jueves, 25 de junio de 2020

¿Sabías que el láser puede ayudarte a prevenir y mejorar la incontinencia urinaria?





La pérdida de orina involuntaria es uno de los síntomas más frecuentes en la mujer, especialmente en la etapa de la menopausia. Es además un síntoma que la paciente oculta, causando vergüenza y baja autoestima. Si bien la forma más frecuente de incontinencia es aquella relacionada a los esfuerzos, existen otros tipos. Se clasifica entonces así:  
- Incontinencia urinaria de esfuerzo: ocurre durante ciertas actividades como toser, estornudar, reírse o hacer ejercicio. Este tipo de incontinencia es el que se presenta en mujeres que han tenido múltiples partos.
 - Urgencia miccional: ocurre como resultado de una necesidad urgente y repentina de orinar. Luego la vejiga se contrae y la orina se escapa. La paciente no tiene suficiente tiempo después de sentir la necesidad de orinar para llegar hasta el baño antes de orinarse.
- Incontinencia por rebosamiento: ocurre cuando la vejiga no puede vaciar  completamente generalmente por problemas neurológicos, y la orina se pierde por rebosamiento de la capacidad vesical y no por la contractura de sus músculos.
Son múltiples las  causas de incontinencia urinaria , incluyendo: el uso de ciertos  medicamentos (diuréticos, antidepresivos, tranquilizantes, algunos remedios para la tos y los resfriados, y antihistamínicos); embarazo; infección o inflamación de próstata; estreñimiento grave; inflamación o infección de las vías urinaria; aumento de peso; afecciones neurológicas, como esclerosis múltiple, Alzheimer o accidente cerebrovascular; daño nervioso o muscular después de un tratamiento de radiación pélvica; prolapso pélvico.

Incontinencia de esfuerzo.
Una de las causas asociadas a la incontinencia de esfuerzo es el antecedente de partos prolongados y laboriosos. El parto es un proceso donde los músculos de la pelvis y el periné se involucran en una serie de cambios que conllevan a la elongación de estas estructuras para permitir el paso del cuerpo del bebé. Y aunque estas estructuras están preparadas para estos cambios, no necesariamente vuelven a su estado original después del parto, especialmente después de varios partos y sobre todo si el peso fetal supera los 3 kilos, contribuyendo al descenso de las paredes vaginales, denominado prolapso, y  la aparición de incontinencia.

¿Cuáles son las alternativas de tratamiento para la incontinencia urinaria?
Ante todo hay que establecer un diagnóstico adecuado, mediante la evaluación multidisciplinaria entre ginecólogo y urólogo, además de la correcta indicación de pruebas paraclínicas como la urodinamia, cistoscopia, cistografía miccional según sea el caso.
Según el tipo de incontinencia, las alternativas terapéuticas incluyen algunos fármacos, y en muchos casos, según la severidad, la opción quirúrgica. En este aspecto, las técnicas quirúrgicas has evolucionado desde la cirugía convencional hasta el uso de mallas  en la zona que rodea la uretra; sin embargo el uso de estas ha caído en desuso por la aparición de complicaciones como la extrusión o salida de este material sintético, además de los problemas de fibrosis.
Actualmente tenemos una alternativa no quirúrgica que mejora notablemente los síntomas de incontinencia urinaria leve y  una reducción del diámetro del canal vagina en aquellos casos de vagina laxa: el tensado vaginal.

¿Cómo actúa el tensado vaginal?
El tensado vaginal es un procedimiento mediante el cual el láser  actúa sobre las capas superficiales del tejido que rodea la vagina, con el fin de estimular la producción de colágeno por parte de las células del tejido conectivo: los fibroblastos. Al fortalecer el tejido conectivo puede lograrse una mejoría en la zona que rodea la uretra, mejorando casos de incontinencia urinaria, específicamente los casos leves, y se recomienda además como una técnica para fortalecer este tejido y prevenir así la incontinencia urinaria.  Por otro lado, mediante el tensado vaginal   progresivamente se produce una reducción del calibre vaginal y al mismo tiempo se estimula un aumento de la lubricación, recuperando la humedad de esta zona.



¿Cómo se realiza el tensado vaginal?
Se realiza en consultorio y prácticamente no produce  dolor durante su realización. Se utilizan básicamente dos tipos de láser: diodo CO2 o láser Erbio. El tiempo aproximado es de 20 minutos; se realizan dos sesiones, alcanzándose el efecto máximo a las 3-4 semanas de culminar la última sesión. El efecto generalmente tiene duración de un año, por lo que puede repetirse anualmente.

¿Quiénes pueden realizarse una este procedimiento?
- Pacientes con múltiples partos.
- Pacientes con incontinencia urinaria leve.
- Pacientes con amplitud del canal vaginal, asociado o no a partos previos. Recordemos que hay un grupo de pacientes que aunque no han tenido partos, su condición genética hace que presenten una vagina muy laxa y refieren dificultad para alcanzar el orgasmo y lograr el disfrute sexual.
- Pacientes con resequedad vaginal que dificulta mantener una relación sexual.

¿Cuál es la efectividad de esta técnica?
La tecnología láser aplicada en el aparato genital tiene más de 15 años en uso y existen trabajos científicos que comprueban su efectividad. Entre un 80-90 % de las pacientes refieren mejoría de sus síntomas. Un pequeño porcentaje no presenta ningún cambio, probablemente porque se realiza sin una indicación adecuada y donde al  paciente se le ofrece algo que no se puede lograr, como corregir un prolapso.
Finalmente, actualmente se está implementado la terapia de ondas electromagnéticas, mediante la aplicación de una sonda directamente en la uretra,  como tratamiento de la incontinencia urinaria incluso en casos moderados. Aunque aún no está disponible en Venezuela esta tecnología, sin duda alguna representará una importante alternativa en el manejo de esta patología.

martes, 12 de mayo de 2020

¿Por qué es importante cuidar las emociones de la madre durante el embarazo?



En estos tiempos de cuarentena no es raro encontrarnos envueltos en altos niveles de ansiedad y preocupación, o incluso podemos sentirnos tristes y deprimidos.  Sin embargo, estas emociones pueden ser perjudiciales para la evolución normal del embarazo  e incluso para la salud del futuro bebé.
Recientemente varios estudios han resaltado la importancia del bienestar psicosocial de la mujer embarazada en todo el embarazo. Así como la psiconeuroinmunologia ha tomado un papel determinante en el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes y las patologías autoinmunes como el lupus, de igual forma es fundamental el papel de las emocionas maternas en el desarrollo del bebé durante su gestación y en su ciclo de vida.

¿Los bebés sienten las emociones en el vientre materno?
Los fetos tienen la capacidad de percibir las emociones. Y recordemos que las emociones están ligadas a la producción de hormonas por nuestro organismo: cuando estamos alegres aumenta la producción de serotonina, mejora la inmunidad y bajan los niveles de las cifras de tensión arterial, y cuando estamos tristes o llenos de ira aumentan la producción de cortisol, nuestro sistema inmunitario disminuye y las cifras de tensión arterial pueden aumentar.
No se trata de que la madre deba estar todo el tiempo riendo a carcajadas. Así como en la vida misma, todo es un ciclo, hay momentos alegres y momentos tristes. Y el estrés es necesario para adaptarse. El problema se presenta cuando las situaciones de estrés materno se vuelven crónicas, es decir, cuando la mayoría del tiempo esa paciente embarazada está angustiada, preocupada o incluso triste; entonces ese feto estará constantemente expuesto al microambiente del estrés materno.

¿Qué efectos pueden tener esas emociones sobre el feto?
Una investigación llevada a cabo por la profesora Vivette Glover del Imperial College de Londres  en 2007 señaló que los bebés de mujeres embarazadas expuestas a estrés severo como violencia o discusiones violentas pueden presentar un aumento del riesgo de hiperactividad y déficit de atención en su infancia, y ser más propensos a desarrollar ansiedad y miedos, y esto probablemente se relaciona con la exposición prolongada al cortisol  en el vientre materno que puede afectar el desarrollo del bebé. El estrés crónico está asociado al desarrollo de hipertensión y las mujeres embarazadas que son hipertensas tienen riesgo de desarrollar una disminución del peso estimado fetal para la edad del embarazo, conocido como restricción del crecimiento intrauterino y disminución de los niveles normales de líquido amniótico.
En un artículo publicado recientemente en Autism Research señala que la interacción entre el medio ambiente y un gen específico altera el riesgo del trastorno del espectro autista y resaltan la importancia del bienestar psicológico de la madre durante el embarazo.
El cuidado del embarazo desde la etapa inicial es importante
El desarrollo de las neuronas en el cerebro del bebé comienza desde las primeras semanas de embarazo, y se optimiza en los primeros dos años de vida. Así como consideramos importante la estimulación adecuada para desarrollar el potencial del cerebro del niño en esa primera infancia, debemos tomar en cuenta que desde el vientre materno ese bebé está en desarrollo y también en ese periodo requiere nuestra atención.
El cuidado del embarazo desde los primeros meses desde el punto de vista nutricional y psicosocial es indispensable. No se trata de pasar todo el embarazo acostada, sino procurar que tus actividades laborales sean acordes a tu nuevo estado, y a tratar de encontrar y disfrutar la sensación de bienestar de manera que tu bebé  también pueda percibir emociones positivas.

¿Qué estrategias pueden ayudar a controlar las emociones durante el embarazo?
- Conversa con tus familiares y trata de hablar sobre las cosas que te preocupan, y por las que pueden resolver. Hay cosas que no podemos cambiar y no vale la pena angustiarse por ellas.
- Procura realizar un poco de actividad física en casa como ejercicios de yoga, pilates, o salir a caminar.
- Inicia la práctica de la meditación, una excelente rutina para relajarte y mejorar tus emociones, calmar la mente y encontrar la paz.
- Evita el exceso de información y noticias relacionadas a la pandemia que vivimos. Claro que tenemos que conocer los detalles pero de nada sirve saturarse de noticias que te producen más angustia y no puedes resolver. Desde tu hogar aporta tu grano de arena cuidándote.
- Acude a tu control prenatal oportuno con tu médico y trata de responder todas las preguntas que te producen ansiedad.
- Busca mantener un hobbie o distracción en tu hogar  como leer un libro, pintar, practicar recetas, escribír, o incluso revisar cursos online.
- Mantén el contacto con tus seres queridos mediante la tecnología utilizando videoconferencia o llamadas telefónicas.
- Finalmente recuerda que todo pasa y si estamos tranquilos podremos afrontar de mejor manera ma resolución de los problemas y las condiciones que se presentan.




lunes, 4 de mayo de 2020

¿Cómo debes cuidarte después de una cesárea?






La cesárea es una cirugía que se refiere a la realización incisión o herida quirúrgica a nivel del hipogastrio o región pélvica baja, para acceder finalmente así al útero  y obtener un recién nacido.
Se calcula que entre 10 -20% de todos los nacimientos terminarán en cesárea, siendo mayor este porcentaje en los países latinoamericanos.

¿Cuáles son las principales causas para realizar una cesárea?
Son múltiples las razones médicas por lo que se decide una cesárea, entre ellas tenemos la presentación podalico o de nalgas del bebé en el vientre materno, al igual de la situación trasnversa; placenta previa centrooclusiva (la placenta ocluye la salida del bebé por el canal uterino); oligoamnios o falta de líquido amniótico (necesario para el trabajo de parto); distocias del descenso o dilatación (se detiene el descenso del bebé por el canal vaginal o se detiene el proceso de dilatación); desproporción cefalopelvica (el tamaño de la cabeza fetal es mayor al diámetro de la pelvis materna impidiendo el parto); situaciones de emergencia que comprometen la salud del bebé cómo desprendimiento prematuro de placenta, sufrimiento fetal o eclampsia.

¿Cuáles son los cuidados que debes tener para una cesárea? 
Recuerda que puede variar entre un médico y otro las indicaciones, pero aquí les dejo los tips para cuidarse que indico a mis pacientes.
- Generalmente se planifica la fecha y hora con tu médico. Es importante llegar a la hora acordada ya que se fija una hora específica para ocupar el quirófano y todo el personal está dispuesto a esa hora.
- Come liviano en los días previos, así mejoras el tránsito intestinal que se enlentece con el acto quirúrgico. Normalmente demoras uno o dos días para evacuar después de la cirugía.
- No es necesario que rasures toda la zona genital, solo la zona donde se realiza la incisión que tú médico puede explicarte previamente.
- Normalmente después de la cesárea se indican medicamentos antiinflamatorio y también antibióticos, que debes tener al momento del egreso de la institución. Tu medico puede indicarte cuáles adquirir, así como lo necesario para realizar la cura de la herida en casa.
- Cumple exactamente el ayuno previo a la cirugía que indica el médico. No hacerlo puede complicar el acto anestésico o la cirugía.


Una vez que se ha realizado la cirugía:
- Toma en cuenta que al principio puede salir poca leche. Ten paciencia. Recuerda además que el estímulo para  que se produzca más es que el bebé comience a lactar. Hay muchas recomendaciones de las abuelas pero algunas no son convenientes, pregunta al pediatra.
- Se indicará evitar hablar durante un periodo de horas para evitar la acumulación de aire a nivel abdominal que incrementa notablemente el dolor postoperatorio.
- Pasarás también un periodo de horas, entre 6-8 horas, sin comer después de la cesárea y es importante cumplirlo para asegurar una correcta evolución. Además al iniciar los alimentos deben ser ligeros o blandos como un sándwich, jugo y sopa.
- Realiza la limpieza de la herida según lo indique el médico. Evita el sudor en esa zona y o el contacto con material no estéril.
- El retiro de los puntos habitualmente se indica entre 7-15 días despues según el médico. Si observas cambios en la herida como sangrado, secreción, enrojecimiento, dolor excesivo o que aumenta de intensidad, fiebre, debes notificar al médico.
- El uso de fajas: la mayoría de las pacientes refieren el deseo de usar fajas según la costumbre de las abuelas, para mejorar el retorno de los órganos a su posición normal y disminuir el volumen del abdomen. En realizad solo hace el efecto mientras se use, porque contiene el exceso de grasa abdominal, pero una vez que se retira el abdomen cae. Y además puede ser contraproducente su uso, ya que las fajas muy apretadas favorecen el desarrollo de prolapsos genitales y de varices, por aumentar en exceso la presión intrabdominal. Particularmente solo indico el uso de fajas de compresión leve, no apretada y solo después que se han retirado los puntos, y básicamente a petición de la paciente. Lo mejor para recuperar la figura es la lactancia, comer saludable e  iniciar una rutina de ejercicio como explicaré a continuación.
- En cuanto a los ejercicios, puedes empezar a caminar una vez termines la cuarentena. Evita abdominales,.levantar peso o cualquier actividad que aumente la presión intrabdominal durante seis meses, el tiempo que realmente demora la herida en cicatrizar completamente.
- La vida sexual también puedes retomarla luego de la llamada cuarentena. Y recuerda hablar con tu médico sobre métodos anticonceptivos. Aunque estés lactando, la posibilidad de un embarazo existe.



¿Puedes tener un parto normal después de una cesárea?
Si no se presenta la condición que originó la cesárea ,y si han pasado al menos dos años de la cirugía, posiblemente puedes tener un parto normal. En menos de este tiempo hay riesgos para la cicatriz del útero que se hizo durante la cesárea y por esta razón no se recomienda.

Finalmente no tengas miedo. La cesárea es una forma de nacimiento tan válida y respetada como el parto normal. Requiere mayor tiempo de recuperación y generalmente hay más dolor postoperatorio, pero finalmente tendras una excelente recuperación.

miércoles, 15 de abril de 2020

Razones para mantenerte activa durante el embarazo

Razones para mantenerte activa durante el embarazo.
El sobrepeso y la obesidad, determinados por un aumento del índice de masa corporal, pueden afectar la salud de la mujer embarazada, e incluso la salud del bebé.


¿A qué se debe la ganancia de peso?
Aunque en algunas personas la obesidad tiene como origen un trastorno metabólico, en la mayoría de debe a la ingesta excesiva de calorías, es decir, alimentos cuyo índice calórico favorecen la acumulación de grasa corporal, especialmente si no gastamos esas calorías debido al sedentarismo.
En nuestro día a día necesitamos un aporte continuo de energía para poder llevar a cabo todas nuestras funciones como el buen funcionamiento del corazón, del sistema nervioso, el sistema muscular, la actividad de los tejidos y también para mantener la temperatura corporal. La energía que necesitamos para poder llevar a cabo estas funciones es suministrada por los alimentos que comemos. Tenemos entonces que todos  los alimentos son potenciales administradores de energía pero en cantidades diferentes según su variable contenido de macronutrientes. Si consumes exceso de calorías y nos las gastas, se acumulan en nuestro organismo como grasa.
Además durante la gestación tienen lugar adaptaciones metabólicas maternas para aumentar la sensibilidad a la insulina y mantener un adecuado nivel de glucosa para transferirse al feto.


¿Qué  complicaciones trae la obesidad al embarazo?
Tanto el sobrepeso como la obesidad durante el embarazo pueden generar el desarrollo de diabetes gestacional y futuros problemas metabólicos tanto en la madre como en la descendencia.
Está bien establecido que la obesidad materna aumenta los riesgos de complicaciones graves del embarazo, incluidas las malformaciones cardiacas congénitas. El periodo más importante para el desarrollo de órganos fetales comprende las primeras ocho semanas del embarazo. Por tanto, a las mujeres en edad de procrear, idealmente se les debería informar de los riesgos de la obesidad en el embarazo y ofrecerles apoyo para que alcancen su peso normal antes de la concepción.
Las mujeres con exceso de peso corporal pueden desarrollar ciertas patologías como la hipertensión arterial y cuadros hipertensivos del embarazo como la preeclamsia, diabetes gestacional, distocias del parto y mayor frecuencia de cesáreas.
Además la evidencia sugiere que los hijos de madres con obesidad tienen un riesgo mayor de desarrollar problemas asociados al síndrome metabólico, como obesidad y diabetes.
La obesidad, por sí sola, puede llevar a resultados neonatales adversos, porque es un estado fisiopatológico proinflamatorio y es posible que esta afección pueda alterar el entorno intrauterino del feto en desarrollo.
Las pacientes con diabetes gestacional tienen una probabilidad cinco veces mayor de desarrollar diabetes de tipo 2, y una probabilidad tres veces mayor de desarrollar prediabetes en la década posterior al embarazo.
Los recién nacidos de pacientes que habían tenido diabetes gestacional también se ha visto que son más propensos a presentar obesidad, porcentaje de grasa corporal elevado, mayor circunferencia de la cintura, y pliegues cutáneos, a los 11 años de edad.


¿Cuáles son los beneficios de practicar actividad física durante el embarazo?
Incluso desde el periodo preconcepcional es aconsejable mantener una rutina de actividad física. Son múltiples los beneficios:
- El control de peso antes del embarazo y el correcto diagnóstico y tratamiento de la resistencia a insulina y de la Diabetes gestacional durante el embarazo es fundamental tanto para la madre como para el feto, y así evitar problemas metabólicos en edad adulta de esos recién nacidos.
- El tratamiento de primera línea para la diabetes gestacional consiste en la dieta y el estilo de vida activo; dos ensayos clínicos demostraron que tratar la diabetes gestacional, incluso leve, reduce los resultados adversos en el embarazo en más de 80%.
- La realización de un programa de ejercicio físico moderado y supervisado durante todo el embarazo puede reducir la prevalencia de la depresión al final de la gestación y después del parto, como se desprende de las conclusiones de un estudio español, publicado en la revista British Journal of Sports Medicine.
- La actividad física tienen grandes ventajas, siendo tal vez la más importante disminuir el estrés, mejorar el ánimo que tanto nos cambia a todos y en especial a las mujeres embarazadas. Además mejora: dolor de espalda, prepara los músculos de la pelvis para el parto, mejora el sueño, contribuye a mejorar la tensión arterial, y fortalece los huesos.


¿Cuáles son las recomendaciones para practicar ejercicio durante el embarazo?
- Importante que tengas una rutina: practica 3 o 4 veces a la semana por periodos de 35-45 min según tu capacidad.
- Si antes practicabas ejercicios, recuerda que en el embarazo deben bajar un poco la intensidad y si estás empezando una rutina recuerda hacer el ejercicio hasta donde tú cuerpo pueda, sin forzarlo y sin lesionarse. Evita los abdominales y el levantar peso.
- No se recomiendan deportes de alto impacto como futbol, submarinismo, boxeo, etc. Las rutinas más recomendables son natación, caminata, yoga, pilates.
- Mantente hidratada y come saludable.
- Siempre previo control prenatal y bajo la aprobación médica de tu obstetra, ya que existen ciertas condiciones que contraindican el ejercicio durante la gestación.




martes, 18 de febrero de 2020

¿Cómo prevenir la infección por VPH?

El VPH, o virus de Papiloma humano, es una de las infecciones de transmisión sexual más frecuente. Se calcula que más de 60-80% de la población sexualmente activa puede tener contacto con este virus.



En la mayoría de los casos, las infecciones por el VPH de todos los tipos desaparecen antes de que puedan causar problemas de salud. El sistema inmunológico se encarga de eliminar el virus. Sin embargo en algunas personas esto no ocurre y la infección por el virus se mantiene latente y puede desarrollar lesiones.
Existen más de 100 tipos de VPH. La mayoría son inofensivos, pero aproximadamente 30 tipos se asocian con un mayor riesgo de tener cáncer. Así es como se clasifican como: virus de bajo riesgo o de alto riesgo. . Los VPH de bajo riesgo pueden causan lesiones como verrugas genitales o lesiones planas (condilomas). Los virus de alto riesgo son en principal factor de riesgo para el desarrollo de lesiones premalignas y cáncer de cuello uterino, vulva, vagina, ano, boca, garganta y pene.
Los VPH de alto riesgo causan cerca de 5 % de todos los cánceres en el mundo, de los cuales se calcula que 570 000 mujeres y 60 000 hombres tienen un cáncer relacionado con el VPH cada año.

¿Cómo se transmite el VPH?
 La manera principal en que el VPH se transmite es a través de la actividad sexual, incluyendo el sexo vaginal, anal y oral. El VPH se puede transmitir incluso cuando una persona infectada no tiene signos o síntomas visibles. Se transmite de una persona a otra durante el contacto de piel a piel con una zona infectada del cuerpo. Lo único que se necesita es el contacto de piel a piel con una zona del cuerpo contagiada con VPH. Esto significa que el virus se puede transmitir sin sexo. Incluso es posible que una infección genital se transmita al tocar los genitales con las manos.
La infección por VPH es muy común. La mayoría de los hombres y las mujeres que han tenido sexo contraen al menos un tipo de VPH genital en algún momento de sus vidas. Cualquier persona que haya tenido sexo puede contraer el VPH, incluso si ocurrió sólo con una persona, aunque las infecciones son más probables en personas que han tenido muchas parejas sexuales.  Aun cuando una persona retrasa la actividad sexual hasta el matrimonio, o sólo tiene una pareja, sigue estando en riesgo de infección por el VPH si su pareja ha estado expuesta al virus.
No es posible contraer el VPH por usar  inodoros, abrazar o al tomarse de la mano, nadar en la alberca (piscina) o jacuzzi, compartir alimentos o utensilios, no tener cierto nivel de higiene.

¿Podemos prevenir la infección?

Limitar el número de parejas sexuales y evitar las relaciones sexuales con personas que han tenido muchas parejas sexuales podría disminuir su riesgo de  exponerse al VPH. Sin embargo  el VPH es muy común, por lo que incluso la actividad sexual con una persona puede ponerle en riesgo.  Una persona puede tener el VPH durante años y no presentar ningún síntoma. Una persona puede tener el virus y transmitirlo sin saberlo.
Se puede prevenir la infección por VPH no dejando que otras personas tengan contacto con su área genital o anal.
Los condones proveen cierta protección contra el VPH, pero no pueden prevenir completamente las infecciones.  Una de las razones por las que los condones no pueden ofrecer protección total es porque no pueden cubrir todas las áreas del cuerpo que pueden infectarse con VPH, tal como la piel del área genital o anal. Se debe usar un condón nuevo para cada acto sexual. El condón deberá colocarse antes de cualquier contacto con la zona genital, oral o anal y mantenerse hasta la finalización de la relación sexual.
No fumar es otra forma importante de reducir el riesgo de precáncer y cáncer de cuello uterino.
Vacunarse.
La vacuna recombinante aprobada por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos protege contra los tipos más frecuentes de VPH, como lo son el tipo 6 y 11 de bajo riesgo, responsables del 90 % de las verrugas genitales; y los tipos 16 y 18 de alto riesgo  para el cancer de cuello uterino, implicados en la aparición de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino, vulva, vagina y ano.
Las vacunas están aprobadas para hombres y mujeres, y solo se pueden usar para prevenir la infección por VPH; no ayudan en el tratamiento de una infección ya adquirida. Para aumentar su eficacia, la vacuna se debe administrar al cumplir 11 o 12 años de edad o antes.

Recuerda: tener  VPH no implica tener cáncer. Además, las pruebas de detección, como la citología, examen colposcopico y la tipificacion viral, son capaces de prevenir el desarrollo de lesiones premalignas y evitar así el cáncer.
Puedes encontrar más información sobr este tema en
https://drapeggipinango.wordpress.com/2016/09/14/el-vph-se-cura/

Fuente: cancer.org

jueves, 13 de febrero de 2020

¿Cómo es el manejo de los miomas uterinos? ¿Siempre se operan?



Los miomas o fibromas son tumores benignos de la pared del útero, y es una de las patologías ginecológicas más frecuentes. La mitad de todas las mujeres alrededor de los 50 años tiene miomas. Aunque no se conoce la causa exacta, los factores genéticos y hormonales pueden ser responsables de su origen. Estas tumoraciones pueden estar localizadas en distintas partes del útero y se les denomina según sea el caso subserosos, intramurales, submucosos, pediculados e intracavitarios, como vemos en la imagen siguiente.



Los síntomas dependen de la localización y tamaño de los miomas: el dolor pélvico generalmente está asociado a los miomas subserosos o intramurales, a diferencia de los miomas submucosos que aunque sean pequeños pueden ocasionar trastornos menstruales caracterizados por el aumento del número de días y la pérdida hemática abundante. También pueden ser asintomáticos frecuentemente.

Diagnóstico.
Diferentes estudios se realizan para la evaluación de esta patología:
- Ultrasonido: permite evaluar el tamaño y la localización.
- Histerosalpingografia  y sonohisterografia: evalua la ubicación de los miomas y como pueden afectar la fertilidad.
- Histeroscopia:  es un procedimiento mediante el cual se realiza la introducción en el útero de un sistema óptico muy delgado que nos permite  la visualización directa de la cavidad endometrial o  capa interna del útero,  evaluando la presencia de lesiones o áreas sospechosas, con el objetivo  de tomar biopsia de estas zonas para obtener un diagnostico anatomopatológico. También por este método se puede lograr la extracción completa de lesiones intrauterinas como los pólipos endometriales o miomas submucosos, estructuras que se encuentran en la cavidad del útero.

Miomas y fertilidad.
Si se trata de una paciente en busca de fertilidad, los miomas en algunas ocasiones pueden ser causa de infertilidad pero no es la causa más frecuente. Sin embargo si la paciente se va a someter a un tratamiento de fertilidad avanzada como la fertilización in vitro, lo más recomendable en estos casos es la resolución de los miomas que pueden disminuir la probabilidad de éxito de estas técnicas.
Si el diagnóstico de mioma ocurre durante el embarazo, las posibilidades de presentar alguna complicación dependerá de la ubicación y tamaño del mioma y su relación con la placenta; en el primer trimestre pueden crecer por el efecto hormonal. Eventualmente la paciente puede presentar dolor, parto prematuro y aumenta el riesgo de hemorragia postparto. Sin embargo la mayoría de las pacientes con miomas medianos o pequeños no tienen síntomas.

Manejo médico o quirúrgico. 
Se sabe que los miomas son tan frecuentes en la mujer que van a estar presentes en el 50 % de toda la población femenina. Sin embargo no todas las pacientes ameritan una cirugía. Dependerá de los síntomas, el tamaño, el deseo de fertilidad y la edad de la paciente, la decisión de realizar una cirugía para extirparlos (miomectomía) o retirar completamente el útero (histerectomía). También existen terapias médicas que pueden utilizarse antes o después de la cirugía para disminuir son tamaño, y alternativas poco conocidas como la embolización de los miomas, con excelentes resultados.
Los miomas tienden a involucionar la menopausia, es decir, disminuir su tamaño. Por esta razón en muchas ocasiones solo se mantienen bajo observación.
También pueden controlarse los síntomas con tratamiento médico como los dispositivos intrauterinos medicados con progesterona y las pastillas anticonceptivas. Estos tratamientos no curan los miomas, solo pueden en algunos casos disminuir la sintomatología como el sangrado o el dolor.
Siempre es importante consultar a tu médico ginecólogo anualmente y comentar los síntomas que aparezcan. Si aparecen miomas generalmente se observa la evolución de los mismos, así como la presencia de síntomas o la rapidez del crecimiento, y estos factores son claves para decidir el tratamiento quirúrgico. Posponer la cirugía y dejar que crezcan a un gran tamaño, puede aumentar el riesgo quirúrgico cuando finalmente sea indispensable operarios. Así que si presentas está  patología acude regularmente a tu ginecólogo.





lunes, 3 de febrero de 2020

¿Son seguras las dietas veganas y vegetarianas durante el embarazo?




Las dietas veganas y vegetarianas son dietas basadas en vegetales. Se han relacionado con una serie de beneficios para la salud, como un índice de masa corporal más bajo y tasas más bajas de obesidad y diabetes.

La alimentación es un factor clave y de alto impacto directo para tu salud y la de tu bebé en el embarazo. Es necesario garantizar un aporte correcto de nutrientes para que el futuro bebé se desarrolle de forma adecuada durante la gestación.

Centrándose en el embarazo, hay dos estudios  importantes a tener en cuenta. El primer informe pertenece a  los Dres. Dror y Allen en 2008. Analizaron 30 casos de deficiencia severa de vitamina B12 durante el embarazo en mujeres veganas. Entre las 30 mujeres veganas que tenían deficiencia de vitamina B12 durante el embarazo, aproximadamente el 60% de sus descendientes tenían retrasos graves en el desarrollo y el 37% tenía atrofia cerebral. Con la complementación  muchos de los síntomas neurológicos en los lactantes mejoraron de inmediato, pero con el tiempo, el 50% de los lactantes todavía tenían retrasos en el desarrollo.  La importancia clínica radica en resaltar a nuestros pacientes que están comiendo dietas basadas en vegetales, en  mantener niveles adecuados de vitamina B12, así como hierro, zinc y grasas omega-3 de cadena larga durante el embarazo.

El segundo artículo pertenece al  British Journal of Obstetrics and Gynecology en 2015, revisión sistemática que examinó toda la literatura. La conclusión principal de esta revisión es que no hay ensayos clínicos aleatorios de dietas veganas o vegetarianas en el embarazo. Es muy difícil hacer una recomendación clínica clara. En  general, no hubo asociaciones claras con malos resultados.
Ese análisis incluyó solo a mujeres sanas. Los autores dijeron que se requieren más investigaciones para determinar si las embarazadas con ciertos problemas de salud pueden continuar de manera segura una dieta basada solo en vegetales.
La Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos, establece que una dieta basada en vegetales es sana y nutricionalmente adecuada para las embarazadas; siempre y cuando haya una planeación apropiada.




¿Puedo continuar con mi dieta vegetariana durante el embarazo?
Diversas asociaciones y grupos vegetarianos consideran que estas dietas, llevadas a cabo apropiadamente, son saludables y capaces de aportarte los nutrientes necesarios en esta etapa. Hay muchos tipos de dietas vegetarianas y en función de los grupos de alimentos eliminados de la dieta será necesaria o no alguna precaución especial para garantizar un aporte adecuado. Aquellas mujeres que no comen carne, pero consumen pescado, lácteos, huevos, etc, no necesitan ningún tipo de precaución especial. En los demás casos, según el tipo de restricción, es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones:

Las proteínas son necesarias para la formación de las nuevas estructuras en la madre y para el crecimiento del bebé. Los alimentos de origen animal (pescado, huevos, leche) contienen todos los componentes proteicos esenciales para el organismo; sin embargo, los alimentos de origen vegetal suelen presentar deficiencias de al menos un aminoácido esencial.
Si no consumes proteínas de origen animal, es necesario complementar y combinar los alimentos para garantizar que dispones de todos estos aminoácidos esenciales. Puedes optar por combinar legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes, soja, judías, etc) con cereales (trigo, avena, arroz, maíz, quinoa, etc), por ejemplo, o por consumir un abanico variado de alimentos proteicos a lo largo del día.
No hace falta que las combinaciones de proteínas vegetales estén juntas en la misma comida, pero sí que las comas a lo largo del día.
En caso de que tu alimentación sea lacto-ovo-vegetariana, es decir, no comes ni carne ni pescado, pero sí lácteos y huevos, el aporte proteico esencial y el de ciertas vitaminas está cubierto por la ingesta de leche y huevos.

El hierro es crucial porque las mujeres aumentan el volumen de sangre que bombea su cuerpo durante el embarazo y las deficiencias pueden provocar anemia, la cual incrementa los riesgos de tener a un bebé de bajo peso, así como de un trabajo de parto y alumbramiento prematuros.
Durante el embarazo, las vegetarianas y veganas deben procurar  comer muchos alimentos ricos en hierro, como frijoles, chícharos y cereales fortificados. Puesto que el hierro de los vegetales no es absorbido por el cuerpo tan fácilmente como el hierro de la carne, hay que “cocinarlos, remojarlos” o comerlos mezclados con alimentos ricos en vitamina C para aumentar la absorción, El jugo de ciruela pasa también es rico en hierro. También se aconseja  a cualquier embarazada vegana o vegetariana tomar vitaminas prenatales y enfocarse en alimentos ricos en hierro como las espinacas, las lentejas, y las pasas.
Las vitaminas del complejo B, incluidas la vitamina B12 y el ácido fólico, también son cruciales en el embarazo. La vitamina B12 no está presente en los vegetales, pero sí en el tofu, la leche de soya, algunos cereales y la levadura nutricional, que algunos veganos comen como sustituto del queso.
Los lácteos y huevos contienen B12, pero la cantidad que tomes puede no ser suficiente para garantizar la cantidad recomendada.
En el caso de que la dieta que sigues sea estrictamente vegetal, es muy importante introducir B12 en tu dieta para evitar carencias para ti y para el bebé.
Los ácidos grasos Omega-3  se encuentran sobre todo en alimentos de origen animal, especialmente el pescado y las algas. La principal fuente vegetal la encontramos en la semilla de lino.
Algunas recomendaciones para suplememtar suficiente ácido graso Omega-3 son: consumir aceite de oliva, sustituyéndolo en lugar del aceite de girasol o de maíz, semillas de lino, nueces, soja. Las microalgas y su aceite son una buena opción durante el embarazo y la lactancia.

En medicina, no podemos elegir a nuestros pacientes o sus dietas, pero es nuestro trabajo ayudarlos a comprender las consecuencias nutricionales de su plan de alimentación y guiarlos hacia una alimentación completa, ya sea con alimentos adecuados o suplementos.

Fuente: Medscape.com, elpartoesnuestro.es, nytimes.com