La pérdida de
orina involuntaria es uno de los síntomas más frecuentes en la mujer,
especialmente en la etapa de la menopausia. Es además un síntoma que la
paciente oculta, causando vergüenza y baja autoestima. Si bien la forma más
frecuente de incontinencia es aquella relacionada a los esfuerzos, existen
otros tipos. Se clasifica entonces así:
- Incontinencia
urinaria de esfuerzo: ocurre durante ciertas actividades como toser,
estornudar, reírse o hacer ejercicio. Este tipo de incontinencia es el que se
presenta en mujeres que han tenido múltiples partos.
- Urgencia miccional: ocurre como resultado de
una necesidad urgente y repentina de orinar. Luego la vejiga se contrae y la
orina se escapa. La paciente no tiene suficiente tiempo después de sentir la
necesidad de orinar para llegar hasta el baño antes de orinarse.
- Incontinencia
por rebosamiento: ocurre cuando la vejiga no puede vaciar completamente generalmente por problemas neurológicos,
y la orina se pierde por rebosamiento de la capacidad vesical y no por la
contractura de sus músculos.
Son múltiples
las causas de incontinencia urinaria ,
incluyendo: el uso de ciertos
medicamentos (diuréticos, antidepresivos, tranquilizantes, algunos
remedios para la tos y los resfriados, y antihistamínicos); embarazo; infección
o inflamación de próstata; estreñimiento grave; inflamación o infección de las
vías urinaria; aumento de peso; afecciones neurológicas, como esclerosis múltiple,
Alzheimer o accidente cerebrovascular; daño nervioso o muscular después de un
tratamiento de radiación pélvica; prolapso pélvico.
Incontinencia de esfuerzo.
Una de las
causas asociadas a la incontinencia de esfuerzo es el antecedente de partos prolongados
y laboriosos. El parto es un proceso donde los músculos de la pelvis y
el periné se involucran en una serie de cambios que conllevan a la elongación
de estas estructuras para permitir el paso del cuerpo del bebé. Y aunque estas
estructuras están preparadas para estos cambios, no necesariamente vuelven a su
estado original después del parto, especialmente después de varios partos y sobre
todo si el peso fetal supera los 3 kilos, contribuyendo al descenso de las
paredes vaginales, denominado prolapso, y
la aparición de incontinencia.
¿Cuáles son las alternativas de tratamiento para la incontinencia urinaria?
Ante todo hay que establecer un diagnóstico adecuado, mediante
la evaluación multidisciplinaria entre ginecólogo y urólogo, además de la
correcta indicación de pruebas paraclínicas como la urodinamia, cistoscopia, cistografía
miccional según sea el caso.
Según el tipo de incontinencia, las alternativas terapéuticas
incluyen algunos fármacos, y en muchos casos, según la severidad, la opción quirúrgica.
En este aspecto, las técnicas quirúrgicas has evolucionado desde la cirugía convencional
hasta el uso de mallas en la zona que
rodea la uretra; sin embargo el uso de estas ha caído en desuso por la aparición
de complicaciones como la extrusión o salida de este material sintético, además
de los problemas de fibrosis.
Actualmente tenemos una alternativa no quirúrgica que mejora
notablemente los síntomas de incontinencia urinaria leve y una reducción del diámetro del canal vagina en
aquellos casos de vagina laxa: el tensado vaginal.
¿Cómo actúa el tensado vaginal?
El tensado vaginal es un procedimiento mediante el cual el
láser actúa sobre las capas
superficiales del tejido que rodea la vagina, con el fin de estimular la
producción de colágeno por parte de las células del tejido conectivo: los
fibroblastos. Al fortalecer el tejido conectivo puede lograrse una mejoría en
la zona que rodea la uretra, mejorando casos de incontinencia urinaria, específicamente
los casos leves, y se recomienda además como una técnica para fortalecer este
tejido y prevenir así la incontinencia urinaria. Por otro lado, mediante el tensado vaginal progresivamente
se produce una reducción del calibre vaginal y al mismo tiempo se estimula un
aumento de la lubricación, recuperando la humedad de esta zona.
¿Cómo se realiza el tensado vaginal?
Se realiza en consultorio y prácticamente no produce dolor durante su realización. Se utilizan
básicamente dos tipos de láser: diodo CO2 o láser Erbio. El tiempo aproximado
es de 20 minutos; se realizan dos sesiones, alcanzándose el efecto máximo a las
3-4 semanas de culminar la última sesión. El efecto generalmente tiene duración
de un año, por lo que puede repetirse anualmente.
¿Quiénes pueden realizarse una este procedimiento?
- Pacientes con múltiples partos.
- Pacientes con incontinencia urinaria leve.
- Pacientes con amplitud del canal vaginal, asociado o no a
partos previos. Recordemos que hay un grupo de pacientes que aunque no han
tenido partos, su condición genética hace que presenten una vagina muy laxa y
refieren dificultad para alcanzar el orgasmo y lograr el disfrute sexual.
- Pacientes con resequedad vaginal que dificulta mantener
una relación sexual.
¿Cuál es la efectividad de esta técnica?
La tecnología láser aplicada en el aparato genital tiene más
de 15 años en uso y existen trabajos científicos que comprueban su efectividad.
Entre un 80-90 % de las pacientes refieren mejoría de sus síntomas. Un pequeño
porcentaje no presenta ningún cambio, probablemente porque se realiza sin una
indicación adecuada y donde al paciente
se le ofrece algo que no se puede lograr, como corregir un prolapso.
Finalmente, actualmente se está implementado la terapia de ondas
electromagnéticas, mediante la aplicación de una sonda directamente en
la uretra, como tratamiento de la
incontinencia urinaria incluso en casos moderados. Aunque aún no está disponible
en Venezuela esta tecnología, sin duda alguna representará una importante
alternativa en el manejo de esta patología.